Para determinar la conveniencia de incorporar o suplementar la dieta se evaluaron cinco niveles distintos de incorporación de vitamina E en la dieta en dos tipos de cerdos, genéticamente muy distintos, durante las seis últimas semanas antes del sacrificio:
-0, 75, 150, 300 y 600 mg/kg de vitamina E.
-berkshire (B) (alto contenido de grasa intramuscular) vs hampshire (H) (contenido bajo).
La carne B fue más oscura, menos roja y tubo menos pérdidas por oreo después de 2, 4, 6, y 8 días de refrigeración. La incorporación de vitamina E no afectó ninguno de estos parámetros. Con respecto a la oxidación, la carne H sufrió una mayor oxidación pero la incorporación de vitamina E la redujo linealmente (de 1.02 a 0.66 mg de MDA/kg). La oxidación de la carne B no se vio afectada por el nivel de vitamina E de la dieta.
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En conclusión, altos niveles de vitamina E en la dieta pueden ser beneficiosos para minimizar la oxidación de la carne durante su almacenamiento en líneas porcinas magras (de calidad estándar). Por otro lado, la incorporación de vitamina E en altas dosis no supone ningún beneficio en carnes con mayor grasa intramuscular (de alta calidad).
J.L. Hasty, E.van Heugten y M.T. See. Journal of Animal Science 2001.